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lunes, 31 de octubre de 2022

Crónica procesión magna

El pasado 29 de octubre fue un día, ante todo, EXTRAORDINARIO.

Para empezar, extraordinario en el propio sentido de la palabra, pues se realizó una salida procesional fuera de su propia fecha anual dentro de la Semana Santa.

Extraordinario por los preciosos y mágicos momentos vividos, especialmente durante la salida, la entrada al Paseo de Almería, el encuentro con la madre de todos los almerienses <La Santísima Virgen del Mar Coronada>, el transitar por la Catedral ante la imagen de Jesús Resucitado de Coullaut-Valera, a la que tanto cariño profesamos, y la espectacular entrada en la parroquia de Nuestra Señora de Montserrat.

Extraordinarios fueron los sones de la Agrupación Musical Virgen de los Reyes de Sevilla que, con su característico y más que de sobra calidad musical y buen hacer, nos deleitaron con tan magistrales marchas de reciente creación como Vida, Salud para los Enfermos, La Esperanza de María o Al Rey de los Reyes, combinándolas con otras más clásicas como Virgen de las Angustias, Himno de San Antonio o La Oración en el Huerto, así como las dedicadas a la Hermandad de los Gitanos de Sevilla como La Saeta, Caminando Va por Tientos en la Madrugá o Gitano de Sevilla.

Extraordinaria estuvo la salida desde el Colegio Divina Infantita, desde el que procesionamos por primera vez y en donde el Señor de la Vida fue testigo de las muchas miradas de los alumnos que pasaron por la capilla del colegio en donde permaneció una semana. Desde estas líneas agradecemos al centro su maravillosa acogida.

Extraordinario también la estética de nuestra procesión, pues, junto al Señor de la Vida, procesionó la imagen de Santa María Magdalena de la Hermandad de Pasión y Merced de Elche, obra del también imaginero de nuestro titular, D. José María Leal Bernáldez. Se da, además, la casualidad de que es la primera vez que procesiona esta talla, siendo un honor para nosotros que sea en Almería. También el paso era iluminado por los guardabrisas del paso de Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento y el cortejo lo abría unos ciriales y cruz parroquial cedidos por la Hermandad del Silencio. Agradecemos enormemente a las Hermandades de Pasión y Merced, Prendimiento, Silencio y Los Ángeles su generosidad, así como a D. José María Leal.

Extraordinariamente el Señor de la Vida fue, por primera, vez luz en la noche y, probablemente, sea la única hasta dentro de mucho tiempo.

Y por último, extraordinaria fue la presencia de tantas personas que se cruzaron con la dulce mirada del Señor de la Vida. En todo momento una gran marea de devotos acompañó a nuestro titular.

Por todo, GRACIAS.