La Navidad es un tiempo de alegría que nos recuerda que los cristianos debemos estar felices y llenos de esperanza siempre, incluso ante las dificultades del camino. Porque nuestro Dios es un Dios de vivos, y en cierto modo estar vivos tiene que ver con estar alegres.
También llenos de esperanza porque la esperanza es parte central del mensaje de Jesús. Y Jesús viene una vez más a nosotros, como siempre, esta Navidad.
Y toda esta buena nueva hemos de compartirla y vivirla en comunidad con nuestra familia, con nuestros hermanos cofrades, con los feligreses de nuestra parroquia, con quienes viven cerca nuestra, con quienes nos necesitan...
Como cristianos tenemos una Buena Nueva que dar. Démosla con la mayor de las felicidades, siendo ejemplo de esperanza para el Mundo entero.