Se celebra esta noche la buena nueva del nacimiento de Cristo, nuestro Salvador. Que la alegría del Niño Dios inunde nuestros corazones a través de la asistencia a la Misa del Gallo (o "del pollo", como cariñosamente la llaman en algunas de nuestras parroquias por celebrarla a media tarde) y a través del amor al prójimo y a Dios. Que esta Navidad bien vivida sea un magnífico punto de inicio para el nuevo año que pronto comienza.